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De la serie Famosos Restaurantes de la Capital del Este, Utagawa Hiroshige,1852 |
La ciudad
de Heian fue fundada en el año 794 por los emperadores de Japón, allí donde hoy
se encuentra Kyoto. Fue su capital e hicieron de ella su residencia principal
durante miles de años. El más importante periodo de gloria de la ciudad, del
794 hasta 1185, que desde entonces llevó el mismo nombre, se caracteriza por
ser una larguísima era de paz y de esplendor cultural. Fujiwara no Michinaga
(966-1027), el ministro más poderoso del clan Fujiwara, marcó con su persona el
apogeo de la era Heian y escribió un diario llamado Mido Kanpakuki, fuente
primaria de información acerca de la vida cortesana en tal periodo de la
historia nipona.
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Ceremonia del té, Suzuki Harunobo, c. 1770 |
La
estética, dictada sobre todo por el budismo que paulatinamente iba comiendo
terreno a las tradicionales creencias sintoístas, era el valor supremo de la
civilización de la era Heian. El refinamiento, las buenas maneras, la
sensibilidad y las normas de comportamiento caballeresco propias de aquella
época, no se desarrollarían en Europa hasta pocos siglos más tarde gracias al
Renacimiento. Incluso la alimentación cambió. Mientras que nuestros señores de
la Alta Edad Media eran fieles consumidores de alimentos, por lo general,
burdamente cocinados y de platos exageradamente especiados, la alimentación
japonesa se transformaba en un acto minimalista, delicado y sencillo.
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De la serie Cada variedad de peces, Utagawa Hiroshige, 1830 | |
La
literatura de la época a veces hacía vagas descripciones culinarias, de lo que
se deduce que la cocina y la alimentación eran sujetos vulgares. Los extraños
detalles revelan que la cocina japonesa de la era Heian se estaba liberando
progresivamente de la huella china (la más antigua, rica e importante cocina
del Extremo Oriente de entonces) y se centraba sobre todo en la presentación de
los alimentos. El aspecto visual (sobre el que hoy tanto se trabaja en la cocina)
de los bocados era esencial aunque la variedad y sofisticación típicas de la
cocina china de aquella época habían desaparecido. Los platos eran servidos
sobre pequeñas mesas móviles (daiban, especie de bandeja con pies) que se
colocaban al lado de cada invitado. No se usaban grandes mesas como en la corte
imperial china para ceremonias particulares. Los invitados se sentaban sobre
esteras y cojines diseminados por el suelo. Las distintas mesas se veían
adornadas por bellas porcelanas, cerámicas vidriadas y maderas lacadas. Los
distintos platos estaban dispuestos alrededor de una pirámide de arroz. Los
bocados debían ser cortados en pequeños pedazos. En casa de la mayoría de los
señores, dos comidas dividían la jornada, una a las diez de la mañana y otra a
las cuatro de la tarde.
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De la serie Cada variedad de peces, Utagawa Hiroshige, 1830 |
El alimento
principal de la población era el arroz, importado de China desde los primeros
siglos de nuestra era. El arroz blanco, consumido exclusivamente por los más
pudientes, que se lo hacían preparar al vapor, en forma de gachas o a modo de
pastel, se acompañaba de algas y verduras cocidas y maceradas, siendo las más
usuales el rábano, la berenjena, las zanahoria junto a la cebolla y el ajo. Los
antiguos japoneses consumían frutas frescas y frutos secos, al natural o en
pastel. Durante el verano, los nobles japoneses hacían refrescar sus bebidas
con hielo, conservado en recipientes especiales, y consumían además una especie
de sorbete a base de zumo de frutas y de pequeños carámbanos de hielo.
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De la serie Famosos Restaurantes de la Capital del Este, Utagawa Hiroshige,1852 |
La
principal fuente proteica la constituía el pescado y el marisco consumidos
cocidos en caldo o hechos a la plancha y conservados en vinagre y sal. La carne
era un alimento considerado inusual, sobre todo a causa de las prohibiciones
budistas. Las aves de caza eran consideradas un bocado de lujo. La leche y sus
derivados eran inexistentes. El tofu, una especie de queso de soja, se consumía
solo o cocinado, al igual que el miso, pasta fermentada hecha de soja, sal,
arroz y agua. El razonamiento de los platos combinaba salsa de soja fermentada,
jengibre y rábano silvestre. Las harinas de trigo y de alforjón se incluían en
la fabricación de la pasta. Durante la comida, se bebía sobre todo agua. El té
llegaría a Japón en el siglo IX pero aún no formaría parte de las bebidas más
usuales sino simplemente un remedio medicinal.
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De la serie Cada variedad de peces, Utagawa Hiroshige, 1830 |
A parte del té, la bebida por
antonomasia es el sake, aguardiente de color amarillo transparente, elaborado a
partir de la fermentación del arroz. Bebida nacional de Japón, es usada en la
elaboración de salsas y como base para marinar alimentos. La costumbre es
consumirlo templado o caliente. Hay que aclarar que su graduación alcohólica es
baja, entre 15 y 18 grados, pero de sabor muy pronunciado. Al menos alcohólico
se lo denomina amai-sake y al más fuerte y seco karai-sake (mortal de
necesidad, doy fe). También es muy popular en China, donde se viene consumiendo
desde hace más de dos mil años.
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Oiko sirviendo sake a un guerrero, Katsusika Hokusai, 1829 | |
Hoy día, la
cocina considerada tradicionalmente japonesa está dominada por el arroz blanco.
Cualquier otro plato servido durante una comida se consideraba, y aún se
considera, un plato secundario. Éstos se sirven para realzar el sabor del
arroz. Un desayuno japonés tradicional, consiste en una sopa de miso, arroz, y
algunas piezas de vegetal encurtido. La comida más común, sin embargo, se llama
ichijū-sansai, una sopa y tres platos secundarios con una técnica de
preparación diferente para cada uno. Los tres platos secundarios son
normalmente pescado crudo, sashimi, un plato a la parrilla, y un plato cocido a
fuego lento. Esta única visión japonesa de la comida se refleja en la
organización de los recetarios tradicionales japoneses. Los capítulos se
organizan siguiendo según distintas técnicas culinarias, es decir, frituras,
alimentos a la parrilla o al vapor, y no conforme a ingredientes específicos,
esto es, según distintos tipos de carne, pescado o verduras como en nuestros
recetarios occidentales. Dentro de las frituras, agemono, encontramos una serie
de platos como la conocidísima tempura elaborada con vegetales, mariscos o
carne (con los mismos ingredientes se elabora también un revuelto variado
llamado kakiage), el tonkatsudon, chuleta de cerdo empanada y frita (cuya
versión avícola sería el katsudon de pollo) o la más moderna e hispánica
korokke, la croqueta.
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De la serie Famosos Restaurantes de la Capital del Este, Utagawa Hiroshige,1852 |
En cuanto a
los platos elaborados a la parrilla (o plancha en su defecto), yakimono,
podemos encontrar entre otros el hamachi kama, mandíbula y pómulo de atún de
cola amarilla a la plancha, el kushiyaki, brochetas de carne y verduras a la
parrilla o el popularísimo y espectacular okonomiyaki, literalmente cocinado a
la plancha al gusto (del cliente o el chef), consistente en una masa de harina,
ñame gratinado, agua, huevo y repollo en juliana, junto con otros ingredientes
a elegir como cebolleta, carne, calamar, camarones, vegetales o queso. Una vez
listo el okonomiyaki, se cubre con salsa, ao-nori (preparado de alga nori
deshidratada) y katsuobushi (virutas de bonito seco, fermentado y ahumado).
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De la serie Cada variedad de peces, Utagawa Hiroshige, 1830 |
La
preparación del okonomiyaki es llevada a cabo por el cocinero delante del
cliente en una plancha, o por los propios comensales, a los que se les
proporcionan los ingredientes. En este último caso, se sirven varios cuencos,
uno con el preparado de col que forma la base del okonomiyaki, y el resto con
los ingredientes elegidos por el comensal. Para cocinar el okonomiyaki hay que
verter los ingredientes sobre la plancha, cocinarlo por ambos lados usando dos
espátulas, una grande (para poder darle la vuelta) y otra pequeña (para
manipularlo con facilidad) y, una vez listo, naparlo con la salsa y el resto de
ingredientes antes mencionados. Dentro del yakimono se puede incluir también el
takoyaki, especie de rebozado de pulpo con forma de pelota de ping-pong, que
vuelve loco al incombustible y travieso Shinnosuke Nohara, más conocido como
Shin-Chan. La masa del takoyaki consiste en harina de trigo con huevo y agua,
trozos de pulpo, jengibre encurtido troceado y ao-nori. Se asan en unas
curiosísimas planchas de hierro con huecos en forma semicircular y se sirven
con una salsa tipo Worcestershire.
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De la serie Famosos Restaurantes de la Capital del Este, Utagawa Hiroshige,1852 |
Bastante
populares y económicos son los platos nabemono, platos cocinados en cazuela,
como el sukiyaki, mezcla de tallarines, carne de ternera cortada en lonchas
finas, huevo y verduras hervidos en una salsa especial hecha de caldo de
pescado, salsa de soja, azúcar y sake, o el oden, especie de estofado donde se
cuecen huevos, rábano daikon, konnyaku (especie de ñame), kamaboko (suerte de
surimi hecho de puré de pescado), y tofu (se le pueden añadir más ingredientes)
cocidos en un caldo de konbu (preparado de alga) o katsuobushi, que a veces
lleva mostaza como condimento. También
encontramos capítulos dedicados a los tallarines, el arroz, las sopas, el
sashimi, el sushi y los dulces (wagashi).
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De la serie Cada variedad de peces, Utagawa Hiroshige, 1830 |
Dentro del
capítulo de los tallarines, men-rui, se encuentra el tipo soba, finos
tallarines de alforjón tostado que se degustan en caldo caliente o se pueden
comer en frío mojándolos en salsa de soja, el ramen, de origen chino,
tallarines amarillos finos servidos en caldo caliente, el udon, tallarines de
trigo y patata gruesos, el champon, tallarines amarillos de grosor medio servidos
con una gran variedad de marisco y verduras en caldo caliente o el Okinawa
soba, tallarines de harina de trigo habitualmente servidos con sōki, cerdo al
vapor. Platos de
arroz, gohanmono, son el mochi, pastel de arroz, el chazuke, té verde servido
sobre arroz blanco, las onigiri, nutritivas bolas de arroz, el sekihan, arroz
rojo con judías azuki o el kamameshi, arroz cubierto de verduras y pollo o
marisco y luego horneado en boles individuales.
Más conocido globalmente es el sashimi, comida cruda, fileteada en finas lonchas, servida con una salsa para mojar y
acompañada de sencillas guarniciones. Normalmente, el sashimi consiste en
pescado o crustáceos crudos, pero también puede ser carne de vaca (delicioso
carpaccio), caballo o pollo. Un tipo arriesgado de sashimi es el basashi,
elaborado con fugu, pez globo, cuya hiel es muy venenosa y puede contaminar el
resto de la carne si no se filetea y prepara correctamente.
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Plato de sushi, Utagawa Hiroshige, c.1850 |
El
universalmente conocido y degustado sushi es arroz con vinagre acompañado por
diversos ingredientes frescos, normalmente pescado o marisco. De entre los
distintos tipos de sushi destacan el nigiri sushi, sushi con los ingredientes
frescos sobre un bloque de arroz, el maki sushi, literalmente rollos de sushi,
en que el arroz y el marisco u otros ingredientes se colocan sobre alga nori y
se enrollan como cilindros sobre una esterilla de bambú para luego cortarlos en
bocados más pequeños (deliciosos con el infernal wasabi), el temaki,
básicamente lo mismo que maki sushi, salvo que la nori se enrolla como un cono
con los ingredientes colocados dentro, o el chirashi, marisco fresco, verduras
u otros ingredientes colocados sobre arroz para sushi dentro de un cuenco o
plato. De la manera de comportarse en un local de sushi y cómo degustar tal
manjar, aquí tenéis un ilustrativo y simpático video, en v.o. japonés con subtítulos en inglés (no me canso de verlo).
La
disposición tradicional de la mesa en Japón ha variado considerablemente a
través de los siglos, dependiendo primeramente del tipo de mesa común según una
determinada época. Antes del siglo XIX, se colocaban pequeñas mesas-caja
(hakozen) o bandejas planas en el suelo antes de cada comida. Mesas bajas más
grandes (chabudai) que daban cabida a familias enteras se fueron popularizando
hacia el principio del siglo XX, pero éstas dejaron vía libre casi totalmente a
las mesas y sillas de estilo occidental hacia finales del siglo XX.
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De la serie 32 aspectos de costumbres sociales de las mujeres, T. Yoshitosi, c.1885 |
Las
configuraciones tradicionales de poner la mesa en Japón están íntimamente
ligadas a la anteriormente citada fórmula de ichijū-sansai. Típicamente se
disponen cinco cuencos y platos separados antes de la comida. Justo al lado del
comensal se colocan el cuenco de arroz, a la izquierda, y el cuenco de sopa, a
la derecha. Tras éstos hay tres platos llanos con sus respectivas guarniciones,
uno al fondo a la izquierda (en el que podría servirse pescado hervido), otro
al fondo a la derecha (en el que podría servirse pescado a la plancha), y otro
en el centro de la bandeja (en el que podrían servirse verduras hervidas).
También se ofrecen frecuentemente vegetales en vinagre, para ser comidos al
final de la comida, pero no se cuentan como parte de los tres platos de
acompañamiento. Los palillos, cómicamente dificultosos y enervantes para la
torpe destreza del occidental, se colocan generalmente al frente de la bandeja
junto al comensal, en un palillero, o hashioki, con los extremos afilados
mirando a la izquierda.
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De la serie Famosos Restaurantes de la Capital del Este, Utagawa Hiroshige,1852 |
El culto
panteísta de la naturaleza y de sus dones, se expresa en el terreno culinario
con el término sappari, claro, ligero, simple y ordenado. Los japoneses,
agricultores y pescadores de hábitos vegetarianos, casi siempre se alimentaron
con verduras, hervidas y fermentadas, a la vez que con abundante pescado. Los
brotes de soja, base de numerosos platos, aportan las indispensables proteínas
cuando el pescado y los otros frutos de mar escasean. Algunos platos, como por
ejemplo el buey sukyaki, el cerdo tonkatsu o el pollo teriyaki, que hoy se
consideran expresiones típicas de la cocina japonesa, en realidad se remontan a
un pasado reciente de influencia portuguesa. Más nuevo aún es el arroz al curry
y otros regalos de Occidente y de Oriente que la cocina diaria de los japoneses
ha adoptado. Evidentemente, de China llegaron los palillos y la salsa de soja.
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Carraca portuguesa, biombo namban, Kano Naizen, c. 1610 |
En el siglo
XIII apareció el budismo Zen, doctrina basada en una estricta cocina
vegetariana y que prevaleció más o menos hasta los siglos XIX y XX cuando la
influencia de Occidente en general, y de Francia en particular, dio popularidad
a los platos de carne y pescado. De Portugal en el siglo XVII, llegaron, a
parte de los más arriba mencionados, las frituras y los buñuelos, que los
japoneses adoptaron, lo que dio origen a la tempura. Todos aquellos que prueban la verdadera tempura alaban su suavidad. Es la fritura a la manera japonesa. El
nombre deriva de tempora, nombre que los nipones oían pronunciar a los
navegantes portugueses, únicos europeos con los que tuvieron cierto trato en
siglos pasados. La vieja receta de los marineros portugueses se ha convertido
en un plato en verdad refinado que transforma gambas y verduras, cortadas con
pulso oriental, en buñuelos ligeros y deliciosos. El hecho de que la preparación
sea de las más livianas, aun siendo un modo de fritura, se debe al empleo de
aceites muy refinados y a la perfección con la que se amalgama la pasta.
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De la serie Famosos Restaurantes de la Capital del Este, Utagawa Hiroshige,1852 |
Los
japoneses demuestran un afamado e inusitado gusto artístico en la cocina del
que estamos aprendiendo los occidentales. Si un oficiante japonés desea rallar
rábanos grandes de color blanco, daikon, junto con guindilla roja seca, hará un
orificio en el centro del rábano con un palillo y lo rellenará de guindilla. De
esta forma rallará ambos al tiempo. El rojo y el blanco juntos crean una
atractiva sensación visual y los japoneses lo llaman hojas de otoño cambiando
de color. Se pone mucha atención en la armonía de los colores y entre los
diferentes elementos. La comida japonesa está concebida para entrar por los
ojos. La vista es el sentido que primero degusta los armónicos bocados
contenidos en sus brillantes y delicadas vajillas.
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Juego para té Sencha, Shibata Zeshin, 1882. |
La vasta
comida japonesa, nihon ryōri o washoku (cocina del este, diferenciada de la
yōshoku, forma corta de seiyōshoku, literalmente cocina del oeste, occidental,
europea), que hoy conocemos dentro de los globalizadores y complicados
parámetros culturales actuales, hace referencia a la cocina al estilo tradicional,
similar a la que existía antes del final del aislamiento nacional nipón de
1868. En un sentido más amplio de la palabra, podrían incluirse también
alimentos cuyos ingredientes o modos de elaboración fueron introducidos,
posteriormente, a través de culturas foráneas, pero han ido siendo
progresivamente desarrollados en los fogones japoneses que los han ido haciendo
suyos. La comida japonesa, en síntesis, es conocida por su énfasis en la
estacionalidad de los alimentos, la calidad y presentación de sus ingredientes.
La comida japonesa es de elegante sencillez.
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Osen esperando a un joven samurai, Suzuki Harunobu, 1770 |
Se caracteriza por sus sabores
naturales y por su empeño en utilizar productos frescos, que es lo que se
denomina kisetsukan. Las amas de casa buscan en los mercados frutas y verduras,
pescado y aves cuando es la época adecuada, ya que creen firmemente que es
entonces cuando los productos son mejores, hay platos de fideos de verano,
deliciosamente refrescantes. Los métodos de cocción y la bonita presentación
que ofrecen en cuencos o en fuentes rectangulares, realzan como ninguna cocina
las cualidades naturales de los ingredientes. Kanpai!
Muy interesante y clarificado. ¡Muchas gracias!
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